viernes, 30 de enero de 2009

La fidelidad del predicador

Les presento un estudio que me encontré en el blog de una hermana Dolly. Lo creo imprescindible tanto para predicadores así como para ministros de alabanza. Sea para Gloria del Señor. Es de una serie de estudios llamados Desarrollo cristiano.



La importancia del ministerio de la predicación
por Salvador Dellutri
Serie: La fidelidad del predicador

¿Por qué considera usted que es importante el ministerio de la predicación en la iglesia?

En mi opinión, no se debe olvidar que la fe cristiana es una fe revelada. No se trata ni de lo que yo siento ni de lo que a mí me parece, ni de lo que yo creo sino de lo que está escrito. La Palabra de Dios constituye una de las formas de la misericordia divina, pues nos comunica su mensaje en nuestro lenguaje y en nuestro vocablo. El Dios que enmarcó su grandeza en el universo y la creación tiene también la humildad de hablar en palabras humanas, las cuales las tenemos escritas en la Biblia.

Un predicador no crea su mensaje sino que tiene que exponer lo que Dios ha dicho, porque delante de él tiene un libro sagrado, totalmente diferente a los otros. Una vez cierto periodista me preguntó cuáles creía yo que eran las diez obras más importantes en la historia de la literatura universal. Yo mencioné a varias, pero no incluí la Biblia, y él se asombró.

«¿Cómo es que un pastor no menciona la Biblia?» me preguntó.

«No» —le contesté. «Usted me habló de libros. Este es EL LIBRO. Yo no lo puedo poner al lado de El Quijote, La Ilíada o la Divina Comedia. Este es el libro de Dios.»

Sobre este libro, totalmente diferente a cualquier otro libro, se desarrolla la enseñanza del pueblo de Dios.

El problema que yo veo es que, en este tiempo, estamos confundidos. Si usted va a una librería, por ejemplo, va a encontrar una cantidad de libros sobre liderazgo sin embargo, cuando usted abre la Biblia va a encontrar que no trata de líderes, sino de siervos. El líder es la persona que capitanea gente. El siervo es quien obedece. Cuando yo abro la Biblia, yo soy un siervo de Dios que se rinde a la transmisión de esa Palabra. No estoy arengando a la gente para que me siga ni para obtener resultados. Lo más importante no es la relación que tenga con la gente sino la que tenga con Dios porque, en ese momento, estoy transmitiendo el mensaje del Señor. Tengo que hacerlo independiente de los resultados, porque yo me debo a mi jefe, y él me ha dicho que debo proclamar determinada palabra; entonces, eso debo hacer.

A veces, el mensaje, desde el punto de vista humano, es exitoso porque hay buena respuesta. Otras veces no lo es. A mí eso no me preocupa. Me interesa que el mensaje sea fiel pues la fidelidad es la característica más importante del comunicador de la Palabra de Dios. En este sentido es importante que, como pastor, pueda examinar cómo entrego al pueblo todo el consejo de Dios, todo lo que es necesario para su edificación. Debo preguntarme: «¿Qué opina Dios de mi predicación?» Esa es la relación que se requiere intensificar para que el ministerio del púlpito sea fuerte.

© Apuntes Pastorales. Volumen XXI – Número 1

Espero les haya gustado. Sea para Gloria del Señor Jesucristo.

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En éste blog se presentarán temas seleccionados para gente Cristiana, mas no indica que otras no puedan leerlo, claro. Procurando escribir y decir todo a la Luz de la Palabra de Dios, nuestra Máxima Guía.

Gracia y paz a vosotros.