domingo, 18 de marzo de 2012

No es que sea el fin...


"Yo soy la Resurrecciòn y la vida; el que cree en mi, aunque este muerto, vivira"(Juan 11:25)

Una tragedia, una muerte, silencio, dolor. La partida de un ser amado. ¿Cómo continuar? ¿Qué decir? ¿Cómo mitigas el odlor que causa una ausencia? ¿Qué palabras usas cuando una boca ha sido silenciada? ¿Qué será de ésta melodía, cuando un iunstrumento ha callado? ¿Qué será de la dulce armonía?

Cuando una estrella, aunque por un momemto, se apaga en el firmamento, entiendes que una luz cesó en tu vida, y por tanto, su ausencuia provocará tinieblas en tu corazón. Las luces se apagan, el telón baja, el teatro se desocupa. El "estelar" de ésta obra se ha ido...

El dolor, la pena de un ser amado que se ausenta no es mitigado con cualquier bálsamo, y la herida no es fácilmente sanada con simple ungüento. Debe de ser La Palabra de Vida y El Consuelo del Padre de TODAS las luces la que restaure las cicatrices que el dolor de una partida deja en los corazones.

Ahora, con los ojos carnales, vemos que una obra ha venido a su fin, que una orquesta cesó, que un instrumento calló, que una luz fue apagada de la inmensa bóveda celeste.... Mas no es asi... No ha terminado, aún continúa todo, pero en un lugar distitnto...

El escenario terreno, ha sido abandonado, para ser recibido en las escenas celestiales. Cuando los párpados se cierran al descanso y reposo Celestial cual Telón, en El Cielo, es develada la Magistral Obra Eterna, donde Cristo mismo es quien Ilumina la vida del nuevo actor celestial.
La orquesta terrena cesa su sonido para dar lugar al sonido de las arpas celestiales que reciben con gozo Al NUevo Miembro de los Redimidos Inscritos en los cielos. El instrumento enmudece npara dar cabida y dejar a los otros tocar. La estrella se apaga para ahora brillar en otro Cielo que Nunca se acabará ni se desvanecerá como un pergamino cerrado...

Y aunque el dolor aqueje nuestro corazón y el dolor abata nuestra alma, nuestra Esperanza, alegría y goz debe enfocarse en La Alegría del Ser Amadon que ahora es recibido en La Eterna Gloria y que ha sido revestido de ropas blancas, de un tabernáculo incorruptible, de una luz innagotable, que no se envejecerá y no morirá jamás. Donde a muerte no es siquiera ya un recuerdo, sino que ha quedado en el olvido. Al lado de Aquél que "hace nuevas todas las cosas" y con TODA una Eternidad por delante para ser pastoreado de Mano de Aquél que tanto le amó y seguir como oveja Su Voz Pastoreando en un lugar donde estaremos segurois. En los pastos celestiales, en El Redil Divino, donde ningun peligro nos sobrevendrá, ni temor repentino nos sorprenderá.

Bienaventurado quien ya lo alcanzó.
Soli Deo Gloria.

IN MEMORIAM

Francisco Del Viento Camacho. Hermano, hijo, y sobre todo, amigo.

1 comentario:

Isa dijo...

¡Hermoso post! Es muy cierto que las palabras no pueden cerrar el vacío que se ha abierto por la ausencia del ser amado, sólo el Señor, a través de su Espíritu Santo puede menguar el dolor. Recuerdo un himno que dice: "¿Quién podrá con su presencia, impartirme bendición...? Sólo Cristo satisface mi transido corazón, es el lirio de los valles y la rosa de sarón.
Saludos, hermano.

Bienvenidos.

En éste blog se presentarán temas seleccionados para gente Cristiana, mas no indica que otras no puedan leerlo, claro. Procurando escribir y decir todo a la Luz de la Palabra de Dios, nuestra Máxima Guía.

Gracia y paz a vosotros.